
Los espasmos del llanto pueden ser vividos por algunos niños y se tratan de una detención involuntaria en la respiración que no está bajo su control. Los bebés incluso de 2 meses de vida y hasta los 2 años de edad pueden comenzar a tenerlos. De esta forma pueden estar respondiendo a:
- Miedo.
- Dolor.
- Hecho traumático.
- Susto o confrontación.
¿Qué implica un espasmo del llanto?
Se presentan casi siempre cuando el niño repentinamente resulta enfadado o sorprendido; jadea un poco, luego exhala y dejar de respirar. La respiración normal comienza de nuevo después de un período breve de pérdida del conocimiento, pero con la primera respiración el color del niño mejora.
¿Cuáles son sus síntomas?
- Piel morada o pálida.
- Llanto y luego suspensión de la respiración.
- Pérdida de la lucidez mental (inconsciencia) o desmayo.
- Movimiento espasmódico (movimientos cortos similares al de una convulsión).
Los espasmos del llanto son más comunes en los niños con:
- Afecciones genéticas, como el síndrome de Riley-Day y el síndrome de Rett.
- Anemia ferropénica.
- Un antecedente familiar de esta afección (los padres pueden haber tenido espasmos del llanto similares cuando eran niños).
¿Requiere tratamiento?
Generalmente no es necesario ningún tratamiento.
De igual forma, durante un episodio:
- Verificar que el niño esté en un lugar seguro donde no se vaya a herir o caer.
- Colocar un paño frío sobre la frente del niño durante una crisis para ayudar a acortar el episodio.
- Después de la crisis, tratar de estar calmos.
La mayoría de los niños afectados superan estos espasmos del llanto con el tiempo hacia la edad de 4 a 8 años.
Consultar con su médico si cree que el niño está teniendo espasmos de llanto
Llamar al servicio de emergencias si el niño:
- Deja de respirar o tiene problemas con su respiración.
- Tiene convulsiones.